Soledad
a media luz, silenciosa y tenue
Suave
luz del rincón, compañera de la noche,
Ficticia
realidades de sombras en la semioscuridad
.
Humilde
luz que ilumina mi solitaria alma
Que
ansiosa espera el alba.
Sueños
chinescos que se mezclan con los miedos,
Amorfas
figuras que recuerdan la locura.
Me
estremece esta noche temblorosa
Que
teje la mente de locas fantasías,
Que
enmudece el grito deseado
Y
se aferra a la garganta prisionero.
Hoy
el alba se retrasa alargando mi agonía.
La
danza de las sombras sigue intacta
Que
bailando en inmortal silencio se desplazan,
Ocupando el
espacio palpitante.
Duerme
el viento y se palpa la densa noche.
Cierro
los ojos cansados
Y
contemplo la quietud efímera,
En
un mero instinto de supervivencia.
La
oscuridad me envuelve dulcemente
Y
poco a poco me abandono a la inconsciencia.
Siento
el sopor misterioso nublar mis sentidos…
Luego
sueño que vuelo, sin angustias, sin miedos…libre.
María
3 comentarios:
Me he dejado engullir por la espesura de la oscuridad escondida en tu poema y casi a punto he estado de convertirme en sombra.
Precioso. Un abrazo.
Gracias Yolanda. Me ha encantado tu comentario. María.
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